Cuestionamiento

Que los pies no vean lo que los ojos hacen, es una experiencia que se origina a partir de la estructura y los elementos arquitectónicos que componen un espacio. El divorcio entre la experiencia de sentir con los ojos y sentir con los pies, le otorga a la actividad de caminar un sentido diferente para experimentar. Esto se logra a partir de una barrera (sea física o no) que define un recorrido y de un entorno espacial cambiante que invita a los ojos a distraerse. Los conceptos que rigen esta experiencia son, elementos arquitectónicos, configuración espacial, materialidad, recorrido delimitado y ritmo, en este último se comprende la permanencia, errancia, estancia, contemplación, entre otros.

Por otro lado, en la biblioteca se observó que este hecho se daba como consecuencia de barreras físicas muy sencillas como un rectángulo de concreto. Por lo tanto, nos cuestionamos si delimitar un recorrido y ofrecer un entorno espacial que se lleve la atención de los ojos, se podía lograr de otra manera alterna a las barreras de concreto. En este sentido, planteamos que la delimitación del recorrido que permite observar a otros lados, se puede dar a partir de la configuración espacial dada por alturas, elementos como vidrios, trazados en el suelo o incluso en las paredes, entre otras. Es decir, un espacio configurado de forma que su composición arquitectónica, genera esta experiencia al limitar el recorrido y también determinando ritmos.

En conclusión se determinó que la experiencia en cuestión, define la permanencia como una opción de contemplación y un recorrido divorciado del sentir visual, a partir de alternativas estructurales. Dichas alternativas se pueden lograr de una manera más explícita o más sutil, de forma que condicionar un recorrido es algo que se puede lograr de diversas formas, creando a partir de cada una, una experiencia diferente a la otra. De igual forma, es una experiencia que  se da con base a muchas dimensiones, pues dependiendo de la configuración espacial y la materialidad, se puede definir el espacio a observar, ya que se puede tratar de reflejos, figuras, nodos, alturas. En este sentido, se expresa una variedad de posibilidades enorme basadas en la relación entre configuración espacial o material y la dimensión más involucrada.